martes, 9 de diciembre de 2014

Rebelión de Huánuco de 1812[editar]

Juan José Crespo y Castillo, uno de los líderes de la rebelión de Huánuco de 1812.
La rebelión indígena de Huánuco del 22 de febrero de 1812 se dirigió contra el régimen colonial. Las tropas del virrey se organizaron en Cerro de Pasco y se dirigieron a Huánuco, donde se produjo la batalla de Ambo el 5 de marzo de 1812. El intendente de Tarma José González Prada reconquistó Ambo el 10 de marzo con un contingente colonial. Los rebeldes abandonaron Ambo y Huánuco; los realistas entraron a ambas ciudades el 19 de marzo de 1812. González Prada salió de la ciudad en persecución de los insurrectos, que contaban con 2.000 hombres. Los indígenas se dispersaron y los cabecillas fueron capturados por González Prada, entre ellos, a Juan José Crespo y Castillo, al curaca Norberto Haro y al alcalde pedáneo de Huamalíes, José Rodríguez, quienes fueron enjuiciados sumariamente y ejecutados con la pena del garrote. A otros sublevados se les desterró y muchos fueron puestos en prisión.

Rebelión del Cuzco de 1814[editar]

En 1814, se produjo la Rebelión del Cuzco que abarcó el sur del virreinato del Perú. La rebelión de 1814se inició con la confrontación política entre el Cabildo Constitucional y la Real Audiencia del Cuzco: el primero era percibido como pro americano y el segundo como pro peninsular. A raíz de este enfrentamiento, fueron encarcelados los hermanos Angulo a fines de 1813. Para agosto de 1814, los hermanos Angulo y otros criollos escaparon y tomaron el control de la ciudad del Cuzco. En esos momentos, ya se habían aliado con el brigadier y cacique de Chincheros Mateo Pumacahua. Este último personaje fue uno de los grandes defensores de la monarquía españoladurante la rebelión de Túpac Amaru II y comandante de los indígenas realistas en la batalla de Guaqui; sin embargo, había cambiado su postura beligerante movido por imposición del virrey Abascal de no garantizar el cumplimiento de la Constitución de Cádiz de 1812 en el virreinato del Perú.

El tercer agrupamiento patriota hizo su campaña en Arequipa y Puno, al mando del antiguo brigadier realistaMateo Pumacahua, y contaba con 500 fusileros, un regimiento de caballería y 5.000 indios. Pumacahua, como curaca de Chinchero, tenía un gran dominio y liderazgo entre la población indígena. Al Cuzco fueron enviados los hermanos José y Vicente Angulo, con algún resguardo de indios y negros leales. El control del Cuzco era fundamental por motivos ideológicos y de logística. Por múltiples motivos, Cuzco tenía una fuerte influencia sobre el Alto Perú; y, a su vez, el Alto Perú mantenía un vínculo colonial administrativo con la ciudad deBuenos Aires, uno de los grandes centros revolucionarios de los años 1810 en Sudamérica.La segunda sección patriota marchó a Huamanga, bajo el mando del argentino Manuel Hurtado de Mendoza, que tenía por lugartenientes al clérigo José Gabriel Béjar y a Mariano Angulo. Hurtado de Mendoza ordenó marchar a Huancayo, ciudad que tomaron pacíficamente. Para enfrentarlos el virrey Abascal envió desde Limaal regimiento español Talavera, bajo el mando del coronel Vicente González. Se produjo la batalla de Huanta, el 30 de septiembre de 1814; las acciones duraron tres días, luego de los cuales los patriotas abandonaron Huamanga. Se reorganizaron en Andahuaylas y volvieron a enfrentarse a los realistas el 27 de enero de 1815, en Matará, donde fueron nuevamente derrotados. Los patriotas volvieron a reorganizarse gracias a las guerrillas formadas en la provincia de Cangallo. Entre tanto, el argentino Hurtado de Mendoza conformó una fuerza con 800 fusileros, 18 cañones, 2 culebrinas (fundidas y fabricadas en Abancay) y 500 indios. Estas fuerzas estuvieron bajo el mando de José Manuel Romano, apodado “Pucatoro” (toro rojo). Debido a la traición de José Manuel Romano sobre Hurtado de Mendoza, a quien dio muerte y rindió a los realistas, los patriotas se dispersaron y los cabecillas de la revuelta fueron capturados. Las traiciones fueron un hecho común en las rebeliones independentistas de toda América. Las biografías de los actores sociales muestran que los cambios de bandos no eran extraños. En el caso de los líderes locales, sus filiaciones políticas estaban vinculadas a los conflictos locales que se expresaban en una mayor dimensión. Los hermanos Angulo, Béjar, Paz, González y otros sublevados fueron capturados, llevados al Cuzco y ejecutados públicamente el 29 de marzo de 1815. La Corona tenía la política del escarmiento público como un mecanismo para intimidar a la población y evitar futuros alzamientos.
Mateo Pumacahua, se enfrentó exitosamente a los realistas en la Batalla de la Apacheta, el 9 de noviembre de 1814. Tomó prisioneros alintendente de Arequipa José Gabriel Moscoso y al mariscal realista Francisco Picoaga, su antiguo compañero de armas de la batalla de Guaqui. Los patriotas ingresaron a Arequipa. Por presión de las tropas patriotas, el cabildo de Arequipa reconoció a la Junta Gubernativa del Cuzco, el 24 de noviembre de 1814. Pero la reacción realista no se hizo esperar. Pumacahua, enterado de la aproximación de tropas realistas, abandonó Arequipa. El cabildo abierto de Arequipa se volvió a reunir y se apresuró a acordar lealtad al rey, el 30 de noviembre de ese año. Tales cambios de “lealtad” en los dirigentes locales fueron normales durante toda la guerra, pues se escogía al sector que era dueño de la plaza fuerte, como una forma de garantizar la seguridad personal, familiar y de los bienes, no necesariamente por una inclinación ideológica ni menos una predisposición para la lucha a favor de cualquier bando.
Las tropas realistas, al mando del general Juan Ramírez Orozco, ingresaron a Arequipa el 9 de diciembre de 1814. Luego de reponer fuerzas y de reforzar su milicia, el general Ramírez salió de Arequipa en busca de los patriotas en febrero de 1815. Dejó como gobernador al general Pío Tristán. Ambos ejércitos, el realista y el patriota, se desplazaron cautelosos por diversos parajes de los Andes, buscando un lugar propicio para el enfrentamiento. El 10 de marzo de 1815, se encontraron cerca de Puno, en la batalla de Umachiri, saliendo vencedores los realistas. El triunfo realista se debió al correcto equipamiento y mayor disciplina de sus tropas. Hubo más de un millar de muertos en el curso de la batalla. Entre los patriotas capturados estuvo el célebre poeta Mariano Melgar, quien fue fusilado en el mismo campo de batalla. Pumacahua fue apresado en Sicuani, donde fue sentenciado a morir decapitado, pena que se cumplió el 17 de marzo.

Rebeliones autónomas del Perú en la independencia hispanoamericana[editar]

Tacna y las expediciones rioplatenses al Alto Perú[editar]El principal detonante de la independencia hispanoamericana fue el descabezamiento de la monarquía con la invasión napoleónica a España en 1808. Desde entonces, los patriotas, denominados así por su identificación con América (la Patria Grande), recurrieron a las armas con el objeto de defender su libertad y obtuvieron finalmente la independencia con respecto de España. La emancipación forma parte del periodo denominado de revoluciones Atlánticas, que ocurre entre finales del siglo XVIII y principios del XIX. Se trata de hechos tales como la independencia de Estados Unidos en 1776, la Revolución francesa de 1789, y la Revolución haitiana (1791), que ocurrieron fuera del mundo hispano y proponian formas de gobierno republicanas para los nuevos países independientes.

Tacna y las expediciones rioplatenses al Alto Perú[editar]

Primera revuelta de Tacna de 1811[editar]
Segunda revuelta de Tacna de 1813[editar]Los patriotas peruanos, conocedores del avance de los ejércitos argentinos en el Alto Perú (actual Bolivia), organizaron en Tacna un movimiento libertario contra el virrey José Fernando de Abascal y Sousa. El 20 de junio de 1811 (día de la batalla de Guaqui, en donde las tropas realistas al mando del general José Manuel de Goyeneche vencieron a los independentistas rioplatenses), los patriotas, dirigidos por Francisco Antonio de Zela, asaltaron los dos cuarteles militares realistas de Tacna, proclamando a Zela comandante militar de la plaza, a Rabino Gabino Barrios como coronel de milicias de infantería y al curaca Toribio Ara como comandante de la división de caballería. El día 25 de junio se supo en Tacna de la derrota de los patriotas argentinos en Guaqui. Aprovechando el desconcierto provocado por la noticia, los realistas desmontaron el movimiento y tomaron preso a Francisco Antonio de Zela, a quien llevaron a Lima donde fue condenado a cadena perpetua en la cárcel de ChagresPanamá, donde falleció en 1819, a los 50 años de edad.
El general argentino Manuel Belgrano reorganizó las tropas argentinas derrotadas en la batalla de Guaqui. El 14 de septiembre de 1812, se enfrentó a las tropas comandadas por el general Pío Tristán, las venció y detuvo el avance del ejército realista sobre Tucumán. Más tarde, obtuvo otra victoria en la batalla de Salta, por lo que Pío Tristán, capituló el 20 de febrero de 1813, con lo cual el Ejército argentino volvió a emprender otra ofensiva y ocupó nuevamente el Alto Perú. El general español Joaquín de la Pezuela, que había reemplazado a Goyeneche en La Paz por disposición del virrey del Perú Abascal, reorganizó elEjército Real del Perú y derrotó al argentino Manuel Belgrano en la batalla de Vilcapugio el 1 de octubre de 1813 y seguidamente en la batalla de Ayohúma, el 14 de noviembre de 1813.
El tacneño Juan Francisco Paillardelli fue emisario de Belgrano en las coordinaciones que el general argentino pretendió establecer en Perú. Junto a Juan Francisco Paillardelli, su hermano Enrique Paillardelliconspiraba en Tacna y Julián Peñaranda lo hacía en Tarapacá. Enrique recibió sus instrucciones de Belgrano en Puno. El plan consistía en concertar el alzamiento de todo el sur del Perú. Bajo el liderazgo de Enrique Paillardelli, los patriotas tacneños, el 3 de octubre de 1813, se apoderaron de los cuarteles tacneños y apresaron al gobernador realista de la provincia.
El intendente de Arequipa, José Gabriel Moscoso, enterado de los acontecimientos, envió una milicia realista al mando de José García de Santiago. Se produjo el combate de Camiara, el 13 de octubre, donde fueron derrotados los patriotas de Paillardelli que se replegaron a Tacna. A los pocos días se supo de la derrota de Belgrano y los patriotas se volvieron a dispersar. Enrique Paillardelli y unos cuantos seguidores huyeron hacia el Alto Perú, el 3 de noviembre de 1813, mientras que Tacna fue retomada por losrealistas.

Revolución de Túpac Amaru II (1780-1781)[editar]


  • Descendiente de la realeza inca, José Gabriel Condorcanqui, cacique de Surimana, Tungasuca y Pampamarca, adoptó el nombre de Túpac Amaru II y encabezó la más formidable revolución indígena de la época colonial, en protesta por el maltrato que recibían los indios por parte de los corregidores. Entre sus exigencias figuraba la supresión de los corregimientos y la creación de una Real Audiencia en el Cuzco para una rápida administración de justicia, ya que solo existía la Real Audiencia de Lima para todo el territorio del Virreinato. A estos reclamos, se unió posteriormente su deseo de separarse del yugo español; es decir, su rebelión, originalmente de tendencia reformista, se convirtió en separatista. Para algunos analistas, fue el iniciador de la lucha por la emancipación política del Perú.
    La rebelión estalló el 4 de noviembre de 1780 en el pueblo de Tinta (50 leguas al sur del Cuzco) y puso en movimiento a todo el sur del Virreinato del Perú, hasta la región de Charcas. Repercutió, además, en el resto de los dominios españoles de Sudamérica.
    El primer episodio de la revolución fue el apresamiento del odiado corregidor de Tinta, Antonio de Arriaga, quien fue ejecutado públicamente. Acto seguido, Túpac Amaru se puso en marcha hacia el norte contando con la simpatía y adhesión de los pobladores que, en su mayoría, estabas armados de picos, palos, hachas y sólo algunas armas de fuego. En estas condiciones, ganó la batalla de Sangarará, librada el 18 de noviembre de 1780. Pero no quiso todavía dirigirse al Cuzco y prefirió retirarse a Tinta, donde el día 27, lanzó un manifiesto explicando las causas que le habían llevado a la sublevación. Poco después, a inicios de diciembre se dirigió al sur, atravesó la cadena del Vilcanota, pasó por Lampa, Pucará y penetró en Azángaro, extenso recorrido con el que pretendía ganar adeptos a su causa.12
    El virrey Agustín de Jáuregui envió al Cuzco al visitador José Antonio de Areche, con poderes extraordinarios para sofocar la rebelión, teniendo como ejecutar inmediato al mariscal José del Valle. Es así como los españoles, con refuerzos llegados desde Lima, enfrentaron a Túpac Amaru, que ya por entonces (enero de 1781), se había decidido a atacar el Cuzco. Sin embargo, éste no pudo doblegar el poderío de las fuerzas realistas y sufrió sendos reveses en las batallas de Checacupe y Combapata, por lo que se vio obligado a retroceder. Los realistas, en su persecución, ingresaron a sangre y fuego a Tinta, que fue totalmente destruida. El inca, su mujer y sus tres hijos huyeron a la villa de Langui donde fueron apresados por la traición de un partidario suyo. Enseguida, fue a parar a manos de Areche. Sufrió atroces torturas, para que delatara a sus colaboradores cuzqueños, pero permaneció hermético. Finalmente fue sentenciado a muerte.
    El 18 de mayo de 1781, en la Plaza de Armas del Cuzco, Túpac Amaru II fue descuartizado a hachazos, luego de un intento fallido de desmembrarlo usando la fuerza de cuatro caballos. Previamente, se le obligó a presenciar la muerte de su esposa Micaela Bastidas, de sus dos hijos mayores y de otros familiares y partidarios suyos. Su hijo menor, Fernando, fue enviado a los presidios de África. Sus miembros mutilados fueron enviados a distintos puntos del sur del virreinato y clavados en picas, para que sirviera de escarmiento a las poblaciones rebeldes.13 Sin embargo, el espíritu de lucha se mantuvo entre sus partidarios, quienes, encabezados por Diego Cristóbal Túpac Amaru (primo suyo), se mantuvieron en pie de lucha hasta principios de 1782.14
                                                    

Revolución de Túpac Catari[editar]

  • Una segunda fase de la revolución tupacamarista la protagonizó el caudillo aimara Julián Apaza en el Alto Perú. Este personaje adoptó el nombre de Túpac Catari (en homenaje a Túpac Amaru II y Tomás Catari) y a la cabeza de 40.000 indios puso sitio a La Paz (13 de marzo de 1781); exigió la entrega de los corregidores y el retiro de los españoles. Aunque suspendió el cerco en julio, lo estrechó más y lo mantuvo hasta el 17 de octubre, teniendo que retirarse para concertar nuevas acciones. Pero traicionado y entregado a las autoridades españolas (10 de noviembre) fue condenado a ser arrastrado atado a la cola de un caballo y luego descuartizado por cuatro caballos (13 de noviembre).18

Conspiraciones entre 1782 y 1810[editar]

  • Entre el fin de la revolución de Túpac Amaru II y el inicio de la guerra de la independencia hispanoamericana de 1810-1824, tuvieron lugar en el Perú otras conspiraciones y revueltas, como las siguientes:
    • El movimiento de Huarochirí (1782), encabezado por Felipe Velasco Túpac Inca Yupanqui, con apoyo del indio Ciriaco Flores y en conexión con Diego Cristóbal Túpac Amaru. Movilizó a seis pueblos de la provincia de Huarochirí. El virrey envió contra ellos al corregidor de Huarochirí, al gobernador de Yauyos y a un destacamento de Lima. Los agitadores fueron sorprendidos y tomados prisioneros. Sometido a proceso, Felipe Velasco Túpac Inca Yupanqui fue ejecutado en Lima, el 7 de julio de 1783.19
    • La conspiración del Cuzco de José Gabriel Aguilar y Manuel Ubalde (1805). El primero era un minero huanuqueño y el segundo un abogado arequipeño, que se conocieron en Lima y se hicieron amigos. Luego coincidieron en el Cuzco, donde, con el apoyo de diversas personalidades, tramaron un plan para independizar al Perú y restaurar el Incanato. Delatados antes de producirse el alzamiento, fueron apresados y ajusticiados, el 5 de diciembre de 1805.20